El calentamiento del caballo antes de entrenar es fundamental para sacarle el máximo provecho al entrenamiento y para evitar lesiones.
El calentamiento consta de dos partes: flexión e impulsión. Lo que variará es el tiempo de calentamiento y la intensidad del mismo. Si el caballo vive en box tendremos que calentar 20/25 minutos y si vive en paddock con 5/10 minutos de calentamiento bastará. La intensidad dependerá del nivel de doma del caballo y su estado físico.

Calentamiento a la cuerda
Para caballos con poco nivel de doma o en baja forma, potros y caballos resabiados o que simplemente no se porten bien cuando los montamos, es muy recomendable calentar siempre a la cuerda antes de montarlos.
Siempre para empezar y terminar de dar cuerda a cada mano debe ir unas cuantas vueltas a paso. No es bueno ni física ni psicológicamente que el caballo empiece corriendo de parado o que de correr pare directamente.
En las primeras vueltas de trote a cada mano el caballo esta un poco frío así que no le exigiremos mucho nada más empezar. Cuando lleve unos 5 minutos de trote le pediremos que aumente la velocidad. El objetivo final es que el caballo sea capaz de aguantar un trote muy largo durante 5/10 minutos seguidos sin saltar a galope. Hasta que mantenga el trote largo a la cuerda sin saltar a galope no deberíamos plantearnos calentarlo montados.
En cada mano también demos trabajar la flexión después de impulsar. En este punto si lo hemos activado bien el caballo tendrá cadencia (voluntad de avanzar hacia adelante sin que lo achuchen) Le pediremos círculos pequeños a la cuerda pero a un trote y galope cortos. Es muy importante que no corra en circulo pequeño porque empezará a tumbarse como las motos para girar y no trabajará la flexión e incurvación.
En la parte de flexión no se trata de no impulsar con los pies si no de impulsar hacia arriba. Cuando va en circulo grande a trote o galope largo, sus pies empujan hacia adelante y cuando entramos en circulo pequeño debe perder velocidad pero no fuerza. En vez de empujar hacia adelante, debe empujar hacia arriba. No perdemos impulsión si no que la transformamos en elevación.
Calentamiento montado
Si el caballo tiene cierto nivel de doma y de estado físico podemos calentar montados. Pero si lleva 2 días o más sin entrenar, incluso un caballo en nivel gran premio necesita calentar a la cuerda. No son máquinas y tampoco son invencibles, se cansan y se atrofian de no moverse como nosotros, por muy domado que esté.
Igual que a la cuerda siempre empezar y terminar a paso, el primer trote en frío debe ser suave y nos centramos en impulsión y flexión.
Los ejercicios mas efectivos que podemos pedirle para flexionar son: círculos, figuras de 8, bucles, cesiones a la pierna y espalda adentro. Y para la impulsión son: acortar – alargar a paso, trote, galope y transiciones.
Estiramiento después de entrenar
Estirar bien después de un entrenamiento es casi tan importante como el calentamiento, sobre todo si hemos flexionado, redondeado y reunido mucho al caballo durante el entrenamiento.
Para estirar le daremos unas 2/4 vueltas a cada mano a trote a la inglesa, con las riendas largas y dejando que estire MUCHO el cuello y que baje la cabeza. Lo ideal es que estire la cabeza hacia abajo, si la nariz va pegada al suelo mejor. Puede estirar hacia adelante la cabeza, aunque siempre le tocaremos las riendas para que baje, pero nunca hacia arriba. Por último unas vueltas de paso con las riendas sueltas y a la ducha.
Buena suerte y feliz monta.