El asiento, la posición y las ayudas del jinete / amazona son la clave para montar correctamente. En la equitación no todo depende del caballo, nosotros debemos mantenernos equilibrados, correctos y ser claros y precisos con las ayudas.

Asiento, posición y ayudas del jinete / amazona
Todos los movimientos deben ser obtenidos mediante ayudas invisibles y sin esfuerzo aparente del jinete. Este debe estar en buen equilibrio, elástico, sentado profundo en el centro de la montura y acompañando suavemente al caballo a su mismo ritmo, los riñones y las caderas flexibles, los muslos y las piernas fijas y bien descendidos. Los talones en el punto más bajo. el busto suelto, libre y erguido. Las manos quietas, bajas y próximas, sin, por otra parte, tocarse ni tocar el caballo, siendo los pulgares el punto más alto. Las manos serán independientes del asiento. Los codos deben estar pegados al cuerpo y semi-flexionados. Esto es lo que permite al jinete seguir los movimientos del caballo con suavidad y soltura.
-Asiento:
EL punto sobre el que debe caer nuestro peso en la montura son los isquiones. Para esto es importante mantener la espalda recta y los hombros estirados hacia atrás, si cambiamos la posición de la espalda el punto de contacto varia.
La cadera debe acompañar el movimiento del dorso del caballo para permitirle que pase el dorso con cada tranco que de.
-Posición:
La posición y el equilibrio son fundamentales para que el caballo se mueva cómodo con nosotros encima. Para un buen manejo del caballo debemos mantener los hombros estirados hacia atrás con los codos dejados caer y pegados al cuerpo, entrar profundo en la silla y bajar los talones para mantenernos dentro de la silla y tener un buen punto de apoyo sobre el estribo.
-Ayudas:
Las ayudas en equitación sirven para comunicarnos con el caballo. Para conseguir los movimientos deseados y guiarle en los ejercicios, aplicamos lo que se conoce como ayudas. Aquellas señales y movimientos que realiza el jinete para comunicarse con su caballo. Practicar la equitación de manera correcta y con sensibilidad significa aplicar muy bien las ayudas.
- El asiento: La ayuda del asiento sirve para regular la velocidad del caballo. Dejando caer nuestro peso sobre la silla y moviendo mas lenta nuestra cadera ( media parada ) podemos indicarle al caballo que valla mas lento o que realice transiciones decrecientes, dependerá de lo pesado que montemos.
También sirve para indicar los giros al caballo, aumentando el peso sobre el lado de la silla al que queremos girar. Esto combinado con las ayudas de la mano interior, pie exterior y retrasando el hombro interior harán que los giros se vean suaves y coordinados.
- Pies: Si el caballo no es demasiado alto y nuestras pantorrillas abrazan bien sus costados, es preferible utilizar las pantorrillas en vez del los talones ya que es una ayuda mas suave para el caballo y evitamos subir los talones.
La ayuda de los pies es para indicar al caballo que gire, para que aumente la velocidad, realizar transiciones crecientes y para controlar su grupa en los ejercicios de desplazamiento lateral.
El pie interior nos ayudará con la incurvación del caballo y el exterior con su grupa evitando que se desplace hacia el exterior en los giros o ayudando a que se desplace hacia el interior en los ejercicios laterales
- Manos: El contacto de la boca del caballo con nuestras manos a trabes de las riendas. Esta ayuda sirve para indicar los giros al caballo con la rienda interior flexionando su nuca e incurvando su cuello y dándole un punto de apoyo con la rienda exterior.
También sirve para redondear al caballo. Para esto tenemos que pensar en nuestras manos como si fueran unas riendas fijas, esto quiere decir que tensaremos cuando el tense y mantendremos un contacto ligero y constante cuando esté donde queremos.
- Hombros: La ayuda de los hombros son principalmente para indicarle los giros el caballo y para ayudarle a flexionar en cualquier ejercicio que implique incurvación. Estos deberían estar lo mas estirados posible.
- Peso: Con el peso del cuerpo sobre la silla podemos controlar la velocidad del caballo. Esto se debe combinar con el movimiento de nuestra cadera.
Nuestro asiento debe estar en movimiento del caballo permitiendo pasar el dorso. Partiendo de esta base podemos relajar el peso sobre la silla «montar pesado o profundo» y ralentizar el movimiento de nuestra cadera para reducir la velocidad o realizar transiciones decrecientes. Para acelerar o hacer transiciones crecientes debemos montar ligeros y dejar pasar el dorso permitiendo ( acompañando ) con nuestra cadera.
Es importante mantener siempre la posición recta de la espalda, los hombros estirados hacia atrás y los talones abajo. Manteniendo esta posición el el tren superior, relajar los glúteos para montar pesado y apretar los glúteos a la vez que «crecemos» ( subir la espalda como si tirasen de nosotros hacia arriba ) para montar ligero.
Acompañar al caballo
Un correcto asiento del jinete le permite estar en equilibrio, tener control sobre el manejo del caballo y no molestarlo permitiendo que desarrolle su movimiento de la mejor manera posible hasta el máximo de sus posibilidades.
El caballo se mueve por si mismo y dando saltos en cada tranco, por lo tanto montar a caballo debe ser una acción dinámica, no estática. Un jinete montando correctamente dará la sensación de estar quieto pero es una falsa sensación de quietud, ya que el jinete está en constante movimiento, acompañando en cada tranco al caballo.
Reglamento de equitación para los concursos de Doma Clásica 2023 / Ayudas
La efectividad de las ayudas del jinete es determinante para el cumplimiento preciso de los movimientos que se piden en cada reprise. Siempre se dará la impresión de cooperación en armonía entre caballo y jinete.
En todos los movimientos de doma, sostener las riendas con las dos manos es obligatorio. Sin embargo, en la reprise libre con música -Kür- se permite
montar con las riendas en una mano hasta cuatro ejercicios. Para salir de la pista al paso con riendas largas una vez terminada la prueba, el jinete puede a voluntad tomarlas en una sola mano.
Al margen de durante la parada y el saludo, sostener las riendas con las dos manos es obligatorio, sin embargo, acariciar al caballo de forma discreta durante algún ejercicio como recompensa, es perfectamente aceptable, así como en situaciones, por ejemplo, en las que el jinete deba ajustar partes de su equipo, retirar el sudor o insectos de su cara, etc. Sin embargo, sostener las riendas intencionadamente con el objetivo de usar las riendas o la otra mano producir una mayor impulsión en el caballo o promover el aplauso del público durante la ejecución de la prueba será considerado como una falta y será reflejado tanto en la nota del ejercicio como en la nota de conjunto de “Jinete”
Buena suerte y feliz monta.