Desbravar a un potro correctamente es fundamental para que se convierta en un caballo sano física y mentalmente. En este artículo veremos como desbravar a un potro, aquí encontrarás todos los pasos a seguir desde que nace hasta que tenga 3 años.

Nacimiento del potro
El nacimiento del potro debe ser algo íntimo entre la madre y su potro, a no ser que haya dificultades en el parto, en cullo caso debemos llamar inmediatamente al veterinario.
La primera semana no hay que tocar demasiado al potro ya que las madres suelen estar muy recelosas la primera semana. A los cinco días aproximadamente podemos empezar tocando a la madre y poco a poco esta nos dejará acercarnos al potro.
Desde que nace hasta los 2 años y medio
En esta parte no podemos hacer gran cosa, pero si le enseñamos bien luego será mucho mas fácil cuando empecemos a domarlo.
No hay que jugar con el, no es un cachorro de perro, es un animal que cuando crezca será muy poderoso y si no marcamos límites puede ser peligroso. Si intenta jugar con nosotros tenemos que corregirlo para que aprenda a respetarnos.
Como domador me he encontrado mas de un potro nacido en casa con el que han jugado y los dueños estaban acobardados, hasta le tenían miedo teniendo incluso que darle de comer desde fuera del paddock porque no les dejaba entrar.
Lo que si podemos y debemos hacer es acariciarlo mucho por todos lados para que se acostumbre al humano (Siempre que se porte bien y esté tranquilo) Si tiene ganas de jugar o está inquieto hay que dejarlo a su aire hasta que esté mas tranquilo.
Cuando acepte al humano y se deje tocar hay que empezar a ponerle la cabezada de cuadra con el ramal y empezar a andar con el dentro de su paddock o terreno donde viva con su madre al lado.
Al principio no andará bien al lado nuestro ya que todo es nuevo para el, hay que tener paciencia y solo estirarle del ramal hacia nosotros si se intenta ir. Si está inquieto es mejor quedarse quieto hasta que se calme y en cuanto se tranquilice intentar dar solo unos pocos pasos, si lo hace bien parar y premiar acariciando para que también vaya entendiendo el premio.
Es probable que se quede parado y no quiera andar, es ese caso podemos ayudarnos de una fusta tocándole muy despacio en la grupa y estirando del ramal hacia su lado izquierdo para que de el primer tranco, cuando empiece a andar podemos caminar hacia delante.
Empezando con el desbrave
A los dos años y medio podemos empezar a dar cuerda sin trabajarlo demasiado. Lo recomendable es empezar dándole cuerda 3 veces por semana y 5 o 10 minutos a cada lado. Lo preferible es que vaya a paso pero si quiere trotar o galopar le dejaremos, en este punto nunca le pediremos nosotros que vaya a trote o galope pero si podemos pedirle que reduzca la velocidad en caso de que quiera correr demasiado.
El potro tiene que experimentar por el mismo sin que lo molestemos demasiado. Lo que no debemos permitir en ningún caso es que nos estire de la cuerda queriendo escapar, que se pare o se de la vuelta. Por lo demás hay que dejarle que se exprese y así verá la doma como algo bueno desde el principio.
A mí personalmente, si no es que intenta escaparse empleando mucha fuerza y arrastrándome, me gusta dar cuerda el pistas grandes ya que tengo más libertad de movimiento, pero para empezar puede ser buena idea darle cuerda en una pista redonda.
Debemos crear una rutina de trabajo. A los caballos les gusta la rutina y además les resulta más fácil aprender si todos los días que salen hacen lo mismo.
Primero la cuerda y luego lo atamos en la ducha para ir levantándole los pies con cuidado ya que no sabe aguantarse sobre tres patas y ducharlo con poca presión de agua.
Aunque no digan nada les molesta que los duchen con mucha presión, sobre todo en las primeras veces que los duchamos.
Si se ponen nerviosos con el agua hay que apuntar lejos de ellos e ir acercando poco a poco el chorro hasta que acepten.
Primeros pasos de la doma
El potro ya tiene 3 años, es momento de empezar en serio.
Recomiendo seguir la misma rutina de 3 días por semana aunque se puede añadir algún día más si queremos ir mas rápido.
Si hemos seguido los pasos anteriores ya deberíamos tener un potro que nos acepta, está acostumbrado a la rutina de trabajo y sabe dar cuerda. La idea es seguir con el mismo plan de trabajo pero aumentando los tiempos y los ejercicios.
Calentar al principio y estirar al final. El calentamiento es una parte muy importante del entrenamiento, para que el caballo pueda rendir adecuadamente durante el trabajo y prevenir lesiones. Lo primeros y los últimos 5 – 10 minutos debemos ir a paso.
Al empezar a dar cuerda a un potro es posible que tenga ganas de correr y no quiera ir a paso, en ese caso debemos coger cuerda en la mano para que el caballo haga sus vueltas mas pequeñas, normalmente si les cuesta avanzar prefieren caer a paso e ir más cómodos. En el momento que caiga a paso soltaremos cuerda para que haga sus vueltas más grandes, repitiendo este proceso cada vez que salga a trote antes de tiempo.
Si el potro se resiste a hacer un circulo pequeño es mejor dejarlo que haga las vueltas mas grandes y que trote o galope si quiere, no hay que presionarlos demasiado en este punto. Con el tiempo aprenderá a empezar a paso.
Es importante que el potro trabaje siempre el mismo tiempo en cada aire. Siempre que trabajemos a un potro/caballo debemos llevar un reloj para controlar el tiempo de cada ejercicio y así poder hacer un entrenamiento sistemático. Aparte de crearle una rutina y una costumbre al potro, es la mejor manera que tenemos de medir el avance en el entrenamiento.
En esta gráfica te mostramos cómo repartir los tiempos en el entrenamiento. Lo ideal sería trabajarlo una hora en total, media hora a cada mano pero si al potro le cuesta aguantar la hora podemos trabajarlo menos rato.

No es necesario empezar siempre a mano derecha, de hecho lo correcto sería empezar cada día a una mano distinta ya que por lo general a la primera mano que trabajan tienen mas energía y trabajan más fuerte.
Cómo ponerle el filete y la montura a un potro
En el primer mes de entrenamiento ya podemos montar al potro si seguimos los siguientes pasos aunque se puede tomar con más calma y tardar un poco más de tiempo.
-Primera semana: Sólo cuerda y cuándo terminemos el entrenamiento y esté atado en la ducha le podemos poner la mantilla/sudadero sólo dejada caer sobre su dorso para que se valla acostumbrando.
-Segunda semana: En pista sólo lo trabajaremos a la cuerda como la semana anterior pero cuando esté atado en la ducha le pondremos la mantilla/sudadero pero esta vez con el cinchuelo muy poco apretado o incluso sin apretar, sujetándolo solo con las manos.
También iremos poniéndole el filete grueso con un montante para sujetarlo, encima de la cabezada de cuadra.
El último día de la semana podemos probar a ponerle el cinchuelo en pista pero cuidado ya que lo mas probable es que se vote. Para esta parte seria buena idea contar con una pista redonda.
Hay que dejarle que haga lo que quiera mientras no huya, se pare o se de la vuelta. Tiene algo que no conoce apretándole, es normal que se lo quiera quitar.
-Tercera semana: Para empezar a ponerle el cinchuelo y el filete en pista lo mejor es llevar el equipo a la pista y ponérselo cuando cambiamos de mano. Después de trabajar en la primera mano, lo acercamos al lado de la pista donde tenemos el equipo y le pondremos todo el equipo antes de trabajar a la segunda mano, así el potro está algo cansado y nos dará menos guerra.
Cuando esté atado en la ducha después de entrenar ya podremos ponerle la silla si apretar demasiado la cincha para que se valla acostumbrando a llevar encima algo mas grande que un cinchuelo.
En cuanto al filete, tanto en pista cuando esté parado como en la ducha, debemos ir estirando de las riendas pero con mucho cuidado ya que aun no tiene «hecha la boca» Sólo se trata de estirar las dos riendas a la vez y luego por separado para que doble la cabeza a izquierda y derecha, si se resiste hay que insistir pero no obligar.
A mitad de semana (si acepta bien en cinchuelo) ya podemos ponerle la montura en la pista.
Cómo montar a un potro por primera vez
Cuando termine de dar cuerda, antes de ir a la ducha, poner el pie en el estibo haciendo un poco de fuerza hacia abajo.
Cuando acepte el peso del pie sobre el estribo empezaremos a saltar con el pie apoyado en el estribo como si quisiéramos subir pero sin terminar de subir.
Lo más probable es que las primeras veces el potro se mueva ya que no entiende que estamos haciendo. El truco para que el potro se quede quieto cuando subimos, aparte de tener paciencia y repetir muchas veces es que siempre repitamos este proceso con el potro en el mismo sitio de la pista (En el centro, donde siempre empezamos, cambiamos de mano y terminamos) y mirando hacia la misma dirección, si mueve aunque sea un poco hay que darle una vuelta pequeña del ramal, lo mas rápido posible y volverlo a poner en el mismo sitio.
Cuando al saltar sobre el estribo se quede quieto tenemos que poner el pie en el estribo e impulsarnos con el pie contrario como su fuésemos a montar pero sin pasar la pierna por encima, quedándonos unos segundos sobre el estribo en equilibrio.
Cuando nos acepte de pie sobre el estribo, sacamos el pie del estribo y ayudándonos con las manos apoyándolas en la silla dejamos caer la barriga sobre la silla. A esto le llamamos «dejar caer el peso»
Tenemos que quedarnos con nuestras piernas en su lado izquierdo, nuestra cabeza en su lado derecho y nuestra barriga apoyada en la silla. Las manos siempre apoyadas sobre la silla para que en caso de que el potro se asuste o haga un mal gesto poder saltar rápidamente hacia atrás.
Todo este proceso tenemos que hacerlo tanto en el lado izquierdo como en el derecho, aunque después subamos siempre por la izquierda. Es para que el potro no extrañe nuestro pie derecho cuando lo montemos por primera vez.
Una vez acepte el peso en parado (es decir que haciendo todo este proceso no se mueva y esté tranquilo) tenemos que pedirle a alguien que haga andar al potro del ramal unos pocos pasos en recto. Cuando acepte, dar un circulo completo y volver al mismo punto para que nos bajemos. Si no tenemos a nadie que nos ayude omitir este paso.
Después de varios días repitiendo este proceso ya estamos listos para montar. Hay que tener mucho cuidado con esta parte porque una vez estemos montados no hay manera fácil de saltar. Lo ideal es que haya siempre alguien sujetando al potro del ramal, aunque es posible hacerlo sin ayuda, pero lleva mas tiempo.
El primer día solo hay que subir sin que el potro se mueva del sitio. Mucho cuidado con el pie derecho ya que cuando lo vea se puede asustar.
Primeros pasos montado encima de un potro
Hasta que el potro esté acostumbrado a que lo monten debería haber otra persona pie a tierra cogiendo la cuerda.
Los primeros pasos que de el potro montado debería ser girando hacia la izquierda. Así si algo va mal y el que está montado tiene que bajar rápido los dos estarán en el mismo lado y el potro se moverá hacia el lado contrario evitando que nos pueda pisar.
Cuando el potro gire hacia la izquierda sin problemas podemos andar en recto y después dar cuerda normal con nosotros encima de el.
Después de uno o dos días andando bien, podemos pedirle que de unos pocos trancos de trote.
Conclusión
El desbrave de potros es un proceso bastante complicado, para poder hacerlo bien necesitamos tener bastante experiencia montando y seguir el proceso paso a paso. Si no lo tienen claro es mejor contratar los servicios de un profesional aunque sea solo para la parte del desbrave.
El potro no está acostumbrado a llevar el equipo encima y menos a nosotros diciéndole por donde tiene que ir. En principio aprender lo básico y seguir los pasos es relativamente fácil el problema es cuando algo valla mal porque el potro se asusta o no le apetece ese día y prueba a ver hasta donde puede.
La dificultad de la doma está en esos momentos en los que algo no va bien, hay que saber cómo corregirlo y eso es a base de mucha experiencia y empatía con el caballo.
Siempre recomiendo a mis alumnos que no se confíen nunca, porque cuando todo va bien, todo va bien pero cuando algo va mal todo va muy mal y es peligroso si no se sabe que se está haciendo.
Buena suerte y feliz monta.